
Surfea la vida
La vida es como un baño en el mar. Apenas entras en el agua, las primeras olas suelen ser pequeñas. Rompen en tus pies, en tus piernas, y aunque te desestabilizan un poco, sigues avanzando. A veces llegan olas más grandes.
La vida es como un baño en el mar. Apenas entras en el agua, las primeras olas suelen ser pequeñas. Rompen en tus pies, en tus piernas, y aunque te desestabilizan un poco, sigues avanzando. A veces llegan olas más grandes.
Muchas veces pensamos que creer es algo reservado a la fe religiosa o a quienes buscan un “más allá”. Sin embargo, si nos detenemos un instante, vemos que toda la vida está sostenida en creencias. La ciencia misma lo confirma.
Muchos piensan que durante un retiro espiritual hay que estar en silencio, meditar todo el día, comer poco, estar serios, introspectivos, alejados del «ruido» del mundo. Pero en Volviendo al Corazón creemos otra cosa…
Nos han hecho creer que vinimos a este mundo con un único propósito, una gran misión, algo concreto que debemos descubrir cuanto antes para que nuestra vida tenga sentido. Y claro… con ese anhelo continuo, no es raro que sintamos ansiedad, frustración o incluso culpa.
Hay momentos en los que todo encaja. En los que el cuerpo, la mente, las emociones y el alma parecen caminar juntas, como una orquesta afinada en la misma nota. Ese estado sutil y profundo es la coherencia.
Muchas veces, cuando comparto que no me arrepiento de nada en mi vida, la gente se sorprende. Algunos me preguntan si no siento que he cometido errores o si no cambiaría algunas decisiones.
A veces, todo lo que necesitamos es parar un momento y recordar que estamos vivos. La Tierra nos llama constantemente. En el murmullo del viento, en la forma en que una rama se mece, en la textura de una piedra.
Cuando somos pequeños, en general no se nos enseña a respetar nuestro propio espacio ni el de los demás. Los animales nos muestran nuestros patrones con amor y claridad.
Hoy queremos invitarte a hacer una pausa y conectar con la vibración amorosa de un sonido que, aunque sutil, tiene el poder de transformar: el ronroneo de los gatos.
Muchas veces, quienes participan en nuestros cursos o sesiones se sorprenden al descubrir que han estado utilizando las velas de forma inadecuada. Esto ocurre por el desconocimiento general que existe sobre su energía.
La muerte es un tránsito, un proceso de transformación en el que nuestra energía, nuestra alma, deja el cuerpo físico para continuar su viaje en otra dimensión.